Capítulos :3






Capítulo 1 : El Ruido de los tacones al correr.
Ella corría, y corría con la esperanza de llegar a tiempo de que el hiciera una tontería, corría por la galería, por los porches, finalmente llegó a una especie de jardín , allí se encontraban muchas personas, gente del servicio, el medico del pueblo,el alcalde del pueblo, unos jornaleros y su malvada tía. Y entre medio de aquel corrillo de gente dos hombres. El duelo estaba apunto de comenzar.
Ella se acercaba corriendo al corrillo.
-¡Detente! gritó su tía.
-¡No! le contestó la joven.
Ella se acerco a uno de los hombres.
-¡No, detente!. dijo ella.
-¡No!, lo hago por ti, por mi , por nosotros. replicó el.
- ¡No harás nada por mi si mueres! gritó ella.
- Lo tengo que intentar dijo el joven.
- Y si te hieren... o ... ¡peor te matan! ¿Qué haré yo? dijo ella entre sollozos.
- Tu estarás bien, tu tía te cuidara como a hecho estos últimos 17 años, y eso no sera necesario, no me pasará nada dijo el.
- ¡¿ Por qué haces esto?! dijo ella llorando.
- Por amor, por amor se hacen autenticas locuras dijo el.
- Te quiero le susurro al oído la joven.
- Recuerda, nuestro amor es más fuerte que la muerte.
-¡Sacar a mi impertinente sobrina de ahí y que empiece el duelo! grito la tía de la joven.
La joven se acercó a su amado y lo besó.
Dos fuertes jornaleros se acercaron a la joven y la arrancaron del lado del joven.

Capítulo 2: El Duelo.
La joven no podía contener las lagrimas y finalmente se hecho a llorar.
-¡Calla insolente! le gritó su tía.
Ella se intentó secar las lagrimas.
- El duelo es sencillo, dais 5 pasos y disparáis dijo el alcalde a los muchachos.
Los jóvenes asintieron.
La joven estaba inquieta, nerviosa .
- Uno contaba el alcalde.
Ella sabía que algo iba a salir mal.
- Dos continuaba el alcalde.
Un escalofrió recorrió su cuerpo.
- Tres dijo el alcalde.
Entonces el otro hombre se giró y disparó al otro muchacho.
-¡No! gritó ella.
El medico corrió hacia el joven que yacía en el suelo.
La joven lloraba, y su tía se reía.
El medico cogió la muñeca del joven para tomar el pulso.
El alcalde, el servicio y los jornaleros observaban al medico.
El medico guardo un rato de silencio y feblemente negó con la cabeza.
La joven se derrumbo, dos jornalero la sujetaban para que no cayera al suelo, finalmente la joven se liberó de los jornaleros y se acercó a su amado.
-¿Por que?, ¿por que tu? dijo llorando la chica.
El otro joven se acercó a ella.
- Por fin podremos estar juntos dijo el mientras intentaba agarrar la mano de la joven.
- ¡No me toques! gritó ella.
-Ya no hay ningún obstáculo, nos podremos casar.
- ¿¡ Casar!? , ¿Estas loco? , yo contigo no iría ni a la esquina. dijo ella dolida por la muerte de su amado.
- Pero... dijo el otro joven.
- ¡Todo a sido por tu culpa! , ¡Te odio! dijo llorando la joven.
El corrillo pronto se disolvió quedando en el jardín la muchacha , el cadáver , un jardinero , dos jornaleros y tres muchachas del servicio (al parecer familiares).Todos lloraban ellas y ellos.



Capítulo 3 : Siempre lo recordare.
El servicio aun continuaba con el cadáver en el jardín y ella también hubiera estado ahí de no ser por que su tía mando a su hermana mayor a buscarla.
Las dos jóvenes se encontraban en el porche, debajo del arco de rosas blancas.
Hermana..., lo siento mucho dijo la hermana mayor.
Sabía que iba a pasar algo, se lo advertí dijo la joven llorando.
Ya lo se, desahogate dijo la hermana mientras abrazaba a la joven.
Siempre lo recordare dijo ella llorando.
Shh... tranquila la calmó si hermana.
Recordare siempre su olor , su sonrisa, como me miraba, como me besaba, como me hacía reír cuando estaba triste , lo que me dijo antes de morir, nuestro ultimo beso pero lo que nunca olvidare es como lo conocí dijo la joven mientras seguía abrazada a su hermana mayor.

Capítulo 4 : En aquella tarde de Verano.
Ella estaba sentada en el jardín tomando un té con un libro, le encantaba leer, así era como pasaba las tardes de verano.
En ese jardín había un paz indiscutible, hasta que aprecia su tía dando voces todas las tardes y todas las tardes ella se escaqueaba de hacer sus labores junto a su malvada tía.
Pero esa tarde iba a ser diferente.
La joven decidió ir cerca del rió, seguro que ahí su tía no la iba a buscar.
Se sentó en la hierba y continuó su lectura, hasta que alguien la interrumpió.
- Dispense señorita dijo el muchacho.
- Disculpado está pero... ¿Qué desea?. Preguntó la joven.
- Su tía la está buscando. Respondió el joven
- Pues si le pregunta , usted no me a visto. Replicó ella.
- Pero... contestó el en tono muy bajito.
- ¿Y usted?, ¿no tendría que estar faenando en las tierras de la arpía sin entrañas que tengo por tía?
- No, se equivoca yo no trabajo de jornalero.
- Y... entonces ¿De que hace usted en los dominios de mi cruel tía, buen joven? le preguntó ella con una sonrisa.
- Yo soy jardinero. Le contesto el.
- Oh, me encanta la jardinería, el jardín está precioso. Si tiene usted algo de tiempo quizá me podría hablar del cuidado del jardín. Dijo ella.
- Con mucho gusto señorita. Le contestó el.
Así es como se pasaban las tardes la señorita y el jardinero y entre ellos fue surgiendo algo cada vez más fuerte que una simple amistad.
Y todo fue aquella tarde de verano.
Pero todo eso solo formaba parte del pasado, por que cuando ella volvió a abrir los ojos la orilla del río , la puesta de sol , el libro de lectura sobre su falda ,habían desaparecido y también el.


Cap 5 :  Un Camino Para Recordar



  • Hermana... dijo la joven.
Si pudiera volver el tiempo hacía atrás dijo ella.
Pero no puedes, es imposible le contesto su hermana.
Oh... quizás no. le replicó ella.
Espera hermana, ¿Que barruntas? Le pregunto la joven.
Nada le dijo ella.

Ella salió corriendo, su hermana la veía alejarse.
La joven se dirigía al pueblo, no miro atrás en ningún momento, igual sus problemas habían acabado para siempre.
Y por fin podría recuperar todo aquello que perdió, sus charlas de jardinería , sus caricias, sus besos...
Pronto volvería a vivir lo que ya vivió , pero esta vez cambiando algunas cosas.
Entonces ella recordó aquella tarde , la tarde en la que por primera vez desde hace 5 años había sido feliz.
Estaba atardeciendo y el color del crepúsculo se reflejaba en la orilla del río.
  • Disculpe. Dijo ella.
Si respondió el.
Ya llevamos unas tardes hablando de jardinería y aun no se como se llama dijo la joven.
Me llamo Tristan, señorita dijo el.
No me llames señorita por favor le suplicó ella.
Y... entonces... ¿Como tengo que llamarla? Preguntó Tristan.
Helena. Dijo ella.
Encantado Helena dijo Tristan.
Encantada dijo Helena.

Ese fue el momento en el que sus manos se rozaron por primera vez.

La señorita Helena , ya estaba dentro del pueblo, se detuvo delante de una casa, se secó las lagrimas y llamó a la puerta.

Cap 6 :  El Campechano inventor

Helena esperaba impaciente que el hombre que habitaba la casa saliera a recibirla.
La puerta se abrió y del otro lado del lumbral salió un hombre más bien bajito, con gafas , medio calvo con cuatro pelos canosos y con una sonrisa de oreja a oreja, parecía que se la habían dibujado.

  • ¿Qué desea señorita? Pregunto el hombre.
Hola, buenas tardes, me llamo Helena Ribinstoon. dijo ella
Buenas tardes Helena Ribinstoon, ¿Qué le trae a la encantadora señorita por aquí?.
¿Es usted Gustaff Lee? Preguntó Helena.
Si soy yo. Contesto el.
E oído que es usted inventor, ¿Estoy en lo cierto?. Dijo Helena.
Si, señorita. Dijo Gustaff.
Vengo a preguntarle por uno de sus inventos. Dijo Helena.
¿Y por cual de mis inventos está interesada la prestigiosa señorita Ribinstoon? Preguntó Gustaff.
Por... su maquina del tiempo. Dijo Helena.
Shhh, no lo diga tan alto, pase pase.

Helena entró en la casa del inventos Gustaff Lee, la casa era un desastre, estaba llena de polvo y ni que decir tiene que no estaba en condiciones de recibir a una señorita como Helena.
  • ¿Qué quiere saber usted de mi maquina? Preguntó Gustaff.
Quiero saber si funciona de veras dijo Helena.
Si, funciona... ¿Y para que la quiere una Ribinstoon que puede tener todo chasqueando los dedos?.
Lo quiero para una cosa que ni con la mayor de las fortunas podría recuperar. Replicó Helena.

  • ¿ De veras? Preguntó el inventor.
Si , yo no puedo resucitar a los muertos. Replicó ella.




Capítulo 7 :



Capítulo 7: Viaje en el mar de los Recuerdos.

La señorita Helena se sumergió en algo parecido a un mar, ella se puso a navegar por su mente.

La señorita Helena estaba sentada como cada tarde en el jardín contemplando la belleza de las rosas que Tristan había plantado. La casona estaba en calma, hasta que...

-¡Helena! Gritó la malvada tía.
  • ¡Si! Respondió la joven e inocente Helena.
- Por fin te encuentro, niña del demonio. Le dijo su tía.
-Pues usted dirá, tía. Le respondió Helena.
  • Te quiero presentar a alguien. Dijo la perversa tia.
En ese momento entro en el jardín un hombre,alto , castaño y con ojos verdes, de pinta adinerada.
  • Este es Albert Crisntoon, duque de Cala Cabra. Dijo su tía.
Encantada, es un placer. Dijo Helena.
Está es mi sobrina Helena Ribinstoon. Dijo su tía.
Encantado , el placer es mio. Dijo el duque.
Tomemos el té en el jardín. Dijo la tía de Helena.
Se sentaron todos en el el jardín, el ambiente era muy tenso.
Por fin les sirvieron el Té y las pastas.

  • Bien, ahora que ya hemos echo las presentaciones y que nos han servido el té vallamos al asunto que nos ocupa. Dijo su tía.
Bien, yo Albert Crisintoon vengo a pedirle la mano de su sobrina, la encantadora Helena Ribinstoon en matrimonio. Dijo el duque.
Y yo como tutora legal de mi sobrina se lo concedo. Dijo su tía.
¿Que?, perdone , pero.. ¿no tendría yo que opinar sobre el asunto?. Dijo Helena.
¿Es que su tía no le había comentado nada al respecto?, yo pensaba que usted estaba de acuerdo. Dijo Albert.
No no sabía nada, pero te casaras igualmente. dijo su tía.

  • ¡No! Me niego. Dijo Helena.

La señorita Helena se levantó de la silla y se marchó a la orilla del río, punto de encuentro con Tristan.

  • Hola dijo Helena con tono amargo.
Hola,¿Qué te pasa Helena? Preguntó el asustado.
Mi tía le a dado mi mano en matrimonio a un duque. Dijo ella llorando.
¡¿Que?! Exclamo el.
Si... Helena seguía llorando.
¡No lo permitiré! Gritó el.
¿Por que? Pregunto ella.
Por que... ¡Te quiero! Dijo Tristan.
Yo... yo... balbuceaba Helena.

Helena se acercó a Tristan y se besaron.

Helena se despertó pero no estaba en la orilla del río ni junto a Tristan ella se encontraba en la casa de Gustaff , el inventor.
Helena se secó las lagrimas .

  • Y así fue como el cabezón de Tristan retó a el duque a un duelo. Dijo Helena
Ya veo, una historia conmovedora, ¡Te ayudare! Dijo el inventor.

Capítulo 8 :  

Capítulo 8: La maquina.

  • Siga me , señorita Rivinstoon. dijo Gusstaff .
Sera un placer. Dijo Helena.

Helena y Gusstaff recorrieron el pasillo a oscuras, hasta llegar a una pequeña sala.
La sala estaba igual de desordenada que el resto de la casa.
La habitación era muy luminosa, tenía bastantes ventanas ,del techo colgaba una lampara en forma de araña, al fondo de la habitación había una mesa llena de papeles, al lado de la mesa un pequeño ficus y en el centro de la habitación se hallaba la maquina.

  • Ya perdonara el desorden señorita. Dijo el inventor.
No se preocupe. Dijo Helena.
He a aquí mi maquina. Dijo Gusstaff.
Asombroso. Exclamó Helena.
¿Está usted segura de lo que quiere hacer? Preguntó el inventor.
Al 100%. Replicó Helena.
Bien , entonces... ¿A que año desea usted ir?, por favor fecha completa. Dijo el inventor.
Al 2 de Junio de 1842. . Dijo Helena.
Cuando quiera regresar solo apriete este botón. Dijo Gusstaff mientras le daba una especie de brazalete.
Entendido. Dijo Helena.
Buena suerte y tenga cuidado. Dijo el inventor.
Gracias y descuide la tendré. Dijo Helena mientras esbozaba una sonrisa de agradecimiento.

Helena se acercó al artefacto y se metió dentro.
Gustaff introdujo la fecha en la maquina.